lunes, 13 de octubre de 2008


Lentamente, y todavía sumido en la inconsciencia, despertaba de su prolongado letargo. A pesar de que una maraña de confusas emociones luchaban dentro de su mente, podía distinguir muchos sonidos del ambiente y se asombró al poder dejar pasar selectivamente una banda o determinadas frecuencias específicas. Abrió sus ojos y una indefinible sensación de extrañeza lo inundó al explorar ese cuarto que combinaba elementos de hospital y laboratorio. Se sorprendió nuevamente al verse capaz de distinguir muchos colores que nunca antes había visto. Ni siquiera tenía nombres para designarlos. Se concentró entonces en una diminuta superficie metálica ubicada sobre el techo, amplió gradualmente su imagen y pudo examinar con detalle su propia anatomía. Una intensa sensación de pavor inundó completamente su ser. No parecía ahora humano en absoluto. Nada de lo que podía verse de él se asemejaba a lo que había alguna vez sido. Era un atroz bastardo de hombre y de máquina, un cyborg, una criatura tecnológica, un engendro biomecánico...

No hay comentarios: